Delicada
obra. Sentida y pensada en toda su extensión.
Nada en la música, letra e interpretación de Edgardo Cardozo está librado al
azahar. Se trata de un artista comprometido con cada canción, que sabe convivir
con ellas, limar asperezas, crecer juntos y que cuando siente que es el momento
propicio, nos entrega un hermoso disco como 6 de copas. Once temas que recorren diferentes estados de
ánimo plenos de belleza en poesía y melodía. Guitarra y voz recorren canciones diversas
donde técnica y emoción se entregan sin mezquindad, y la variedad rítmica y de
climas es uno de los sabrosos ingredientes de este trabajo. Grabado en estudio,
aunque en directo y sin sobregrabaciones, y con la producción nada menos que de
Santiago Vázquez, compañero de ruta en Puente Celeste. Desde la historia que da
nombre al disco, pasando por cada uno de los temas y la posibilidad de
disfrutar de alguna presentación en vivo, el universo Cardozo es siempre
recomendable y uno agradece ser atravesado por su obra.
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