Carla Borghetti es una muy interesante música
argentina radicada hace una década en México. Su búsqueda artística visita de
manera personal el tango, la música de cabaret y el jazz, sin ningún tipo de
límites ni ortodoxia. Junto a su
compañero Iván Peñoñori forma la
Compañía del tango nómada, con la que asume su origen de
tango pero se ubica en un nuevo lugar para mirar esa música y enriquecerla de
manera personal. Es así que el tango es atravesado por música de cabaret,
sonidos circenses, polkas, músicas de bandas de pueblo mexicanas. Max Borghetti,
músico y hermano de Carla, puso orden a las ideas y así surge Funambulista, un
disco con quince temas que proponen muy diferentes climas, todos reunidos en el
muy buen cantar de Carla y una teatralidad en la interpretación que permite
acompañar con imágenes cada tema con solo cerrar los ojos. Tom Waits, Raúl
González Tuñon, Juan Cedrón, Boris Vian, Julio Cortázar y Bertolt Brecht conviven
bellamente en este disco muy recomendable. Carla Borghetti es acompañada por
Iván Peñoñori en guitarra, Max Borghetti en piano y programaciones, Hernán
Hecht en batería, Paolo Marcellini en bajo y Rolando Morejón en violín. Richard
Cappz aporta el bandoneón y Daniel Zlotnik saxo y clarinete.
Con Palo. Cuarteto Rosamonte. (Radio Suiza)

Qué se puede hacer salvo ver (Películas). Sandra Corizzo. (UMI)
Las películas inspirando un disco. Disco que sería
con canciones de películas y que la creatividad y búsqueda de la artista
transformó en canciones originales inspiradas en un puñado de films. Sandra
Corizzo es una compositora que invita al placer de recorrer y degustar su obra.
Si además encontramos una bella interpretación y canciones que seducen desde la
musicalidad y poesía, notaremos que además de ver películas hay que darse el
tiempo para disfrutar éstas nuevas músicas. Sandra es parte de la nueva trova
rosarina y cuenta entre sus referentes a Jorge Fandermole, Lucho Gonzáles,
Gabriel Senanes y Adrián Abonizzio, casi nada. También grabó junto a Leo Masliah el disco
Bases de diálogo y compuso canciones para Luis Pescetti, Sandra Mianovich y
Daniela Herrero, entre otros. En Qué se puede hacer salvo ver (películas), una
selección muy particular de historias inspiran canciones que dan una mirada
personal sobre distintas situaciones: La bruja novata, Sexto sentido, King
Kong, Novia fugitiva, Las alas del deseo, por nombrar algunas. La ilustración de tapa de Pablo Bernasconi
refleja cabalmente el mundo diverso y creativo de Sandra Corizzo, mundo que se
recomienda visitar. Por supuesto el disco está dedicado especialmente a Charly
García y desde el título remite al tema de La máquina de hacer pájaros. Grabado en estudios Corcovado (Rosario).
Parresía. Martín Robbio. (Epsa)
Imposible no ahondar al menos un poco en el título de este disco para saber que parresía es un término que viene del griego y significa algo así como “hablar libremente, con apego a la verdad e intención del bien común”. Se trata de asumir el riesgo de tomar esa actitud. Y algo de eso encontramos en la música de Martín Robbio, que busca el apego a su verdad artística, a su sentir musical, asumiendo el riesgo de mixturar géneros y salirse de cualquier etiqueta. Mucho de esto demuestra en La Orquesta Sudamericana, de la cual es integrante y en Parresía con trece temas que proponen diversos colores musicales, diferentes climas y muy buena música. Martín Robbio es el compositor de toda la música del disco y quien al piano las interpreta junto a Juan Fracchi en contrabajo y Ariel Sánchez en batería y percusión. Los artistas invitados no hacen más que sumar belleza y creatividad a este trabajo: nada menos que Nora Sarmoria (acordeón y voz), Hernán Ríos (percusión y voz), Facundo Guevara (percusión), Enrique Norris (corneta) y Ariel Hernández (bandoneón). Grabado en vivo en Casa Frida por Hernán Caratozzolo y Mariano Cuello.
Moños. Laura Hatton. (EHF Producciones)

No moon, no sun, no age. Fernando Rusconi. (Independiente)
El viejo mueble que remite a sonidos de los ´60 es en
esta agrupación parte fundamental de su identidad musical. Y es que Fernando
Rusconi es un cultor del órgano Hammond en nuestro país, lo demuestra con este
quinto disco pleno de jazz, funk, blues y agogo. Con varios temas propios y
versiones personales de compositores como Jimi Hendrix o Bill Whthers, entre
otros, el trío desafía a quien escuche este disco a que no mueva alguna parte
de su anatomía intentando seguir el ritmo de un tema. Todos los temas tienen el
sello inconfundible del órgano Hammond y el Clavinet, algo así como un
clavicordio amplificado electrónicamente. Ambos instrumentos fueron utilizados
dentro del jazz y el rock de los 60 y 70, aunque también intervinieron el
gospel, soul, funk, ska y música ligera. A pesar de la identificación del
Hammond y el Clavinet con una época, la música de Rusconi suena muy actual y
fresca. La formación se completa con Pablo Vernieri en guitarra eléctrica y
Ezequiel “Chino” Piazza en batería. Como invitados intervienen David Cantoni en
saxo y Jorge Docarmo en guitarra rítmica. Grabado en Drawbarecords, Mezcla y
Masterización: César Silva (El Hornero).
Nius On. Pablo Basez Novo Cuarteto (PAI Records)

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